La música es una actividad consciente y deliberada, ejercida con el concurso de elementos sonoros y dirigida a la expresión y el goce anímico.
El golpear de un martillo sobre un yunque o el canto de un ave no son por sí mismos fenómenos musicales, pero pueden convertirse en música si la situación anímica de un oyente así lo decide.
La música se desarrolla a través del tiempo y no en el espacio como la pintura o la escultura. Necesita de un intérprete, de un intermediario que nos transmita lo creado por el compositor.
La música como una manifestación más del ser humano, está sujeta a esa necesidad de comunicación de aquellas actividades que la colectividad y sus individuos han ido desarrollando. Primeramente esta transmisión ha sido de tipo oral, después, en una etapa posterior, cuando ha habido necesidad de ello, se ha creado la escritura.
FUBINI señala que la música, hasta tiempos muy recientes , no vivia mucho más allá de su primera ejecución, generalmente a cargo del mismo compositor.
La música nunca habría llegado a los niveles de complejidad conocidos si no se hubiera desarrollado una escritura paralela a ella.
Según Miguel Querol Gavoldá en su libro "Transcripción e interpretación de la Polifonía Española de los siglos XV y XVI"parece ser que el primer documento con notación musical se remonta al siglo IX antes de nuestra era, se trata de un poema sumerio sobre "La creación del Hombre". Estos signos no son otra cosa que las letras de un alfabeto semítico primitivo; se cree que podrían designar la serie de notas de un arpa de 20 a 22 cuerdas que ya en esta época se entrentra en Egipto y algunos lugares de Asia y que posteriormente se propagaría por todo el área del Mediterráneo hasta las costas occidentales de España.
